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a soledad en personas mayores

La soledad no es mala, siempre y cuando se emplee para conocerse a uno mismo y así establecer relaciones sanas con los demás. Sin embargo, cuando la soledad no es elegida por propia voluntad, puede causar miedo, apatía y depresión.


En el caso de las personas mayores, este tipo de situación se genera con más frecuencia, lo que puede acarrear aislamiento social e incluso el desarrollo de ciertas enfermedades neurodegenerativas.


Las personas necesitan rodearse de otras para favorecer su salud mental y también física. Somos seres sociales y desde que nacemos demandamos el afecto de personas cercanas que nos quieran y protejan.


Una vez nos hacemos mayores, tememos la soledad y desde aquí vamos a hacer hincapié en este aspecto para saber cuáles son sus consecuencias y cómo hacer que desaparezca ese sentimiento de vulnerabilidad.

¿Cómo afecta la soledad en las personas mayores?

La persona aislada que se siente sola y desamparada potencia la producción de una hormona llamada cortisol u hormona del estrés. Cuando el cuerpo segrega mayor cantidad, puede elevar la presión arterial, aumentar los síntomas de depresión y provocar insomnio.
Asimismo, algunos estudios han comprobado que la agresividad en ancianos puede ser una de las consecuencias de la soledad al volverse hoscos y huraños, algo que con el paso del tiempo dificulta su solución.
La soledad repercute en la autoestima de quien la padece y la persona mayor se convierte en una persona triste y malhumorada. Además, estos sentimientos de vacío interior pueden conllevar enfermedades cardiovasculares y problemas endocrinos e inmunológicos.
El aislamiento social resultante es un gran factor de riesgo que es necesario tratar a tiempo para evitar que la ansiedad y las enfermedades de tipo neurodegenerativo como el Parkinson o el Alzheimer aparezcan con mayor intensidad.

Consecuencias de la soledad en las personas mayores

La soledad en la vejez puede producirse cuando la persona mayor deja de recibir las visitas de sus familiares de forma regular o cuando alguien muy querido fallece. Cuando esto sucede, las consecuencias pueden ser realmente alarmantes. Hablamos de personas de edad avanzada, cuyo aislamiento social puede llevarles a la pérdida de memoria, al desarrollo de demencia o incluso a la pérdida del habla.


A través de la soledad, la persona mayor puede llegar a perder las ganas de seguir y añorar años pasados. Además, puede crear en ella un sentimiento de desesperanza y frustración al no sentirse útil, apreciada y escuchada.


Por esa razón, se recomienda contar con la ayuda de personas capacitadas, de forma que las personas mayores cuenten con una compañía de calidad. Si los hijos o los amigos de la persona afectada se encuentran lejos o les es imposible visitarla con frecuencia, una buen opción puede ser la contratación de una cuidadora a domicilio con la que poder cubrir la compañía perdida, mejorando así su autonomía y autoestima.

¿En qué situaciones tienen más dificultades las personas mayores?

Cuando somos jóvenes, no notamos tanto la ausencia de compañía. Sin embargo, a partir de una edad, las carencias a nivel físico y mental empiezan a hacer acto de presencia, lo que impide poder disfrutar de la merecida jubilación.
Perder independencia puede causar una gran frustración y dejar de sentirse valorado por los seres queridos y por la sociedad en su conjunto. De ese modo, la autoestima puede verse seriamente dañada, dando lugar a menudo a una crisis existencial de la que es difícil salir.


Al jubilarnos podemos echar en falta los deberes y obligaciones del día a día. Aunque parezca mentira, levantarnos sin esa motivación puede resultar muy duro, dando lugar a un sentimiento de soledad aparente. El cambio de estos hábitos rutinarios deben ser sustituidos por otras actividades atractivas que no repercutan en su día a día.
Soledad y depresión pueden ir juntos de la mano cuando la persona mayor pierde a su pareja. Es aquí cuando más se necesita el apoyo y la compresión de los familiares más cercanos. Si existe esta falta de cuidado, la situación puede empeorar y resultar muy perjudicial.


Aunque un familiar decida acoger un tiempo a la persona mayor, si no dispone de tiempo para brindarle la compañía que necesita, no servirá de mucho y su estado de ánimo irá decayendo. En este caso, volvemos a insistir en la opción del cuidado de personas mayores a través de la contratación de profesionales experimentados.

Cómo ayudar a los ancianos que se sienten solos

Es de suma importancia que los amigos y familiares de la persona mayor la motiven para que pueda llevar una alimentación sana y equilibrada acompañada de ejercicio regular y otras actividades especialmente adaptadas a su edad. Es prioritario conocer sus necesidades y saber escuchar para evitar que se sienta sola y desmotivada.


Claramente, la compañía es un requisito esencial para evitar las consecuencias de la soledad en ancianos. Deben sentirse respetados, queridos y cuidados, y para ello es necesario establecer relaciones sociales. Sólo así podremos garantizarles una calidad de vida adecuada.


Por suerte, existen muchas casas y espacios especialmente indicados para apaliar las situaciones de soledad a través de la realización de talleres y actividades. Ciertamente es bueno desarrollar amistades con gente de su misma edad, aunque no hay que dejar de hacer actividades familiares, pues también desean la compañía de las personas a las que más quieren.

Consejos para ocupar el tiempo libre tras la jubilación

Llevar un estilo de vida sedentario no es bueno para nadie, aún menos para las personas mayores que disponen de mucho tiempo libre a cubrir. La idea es contar con algún pasatiempo para ocuparlo que sea beneficioso para su mente y su cuerpo. Algunas de estas actividades pueden estar relacionadas con la pintura, la natación, el voluntariado, el aprendizaje de otros idiomas, la jardinería o el bingo, entre muchas otras.


Como ya hemos mencionado, esto no significa que sus amigos y familiares no deban seguir estando ahí. Es fundamental pasar tiempo con las personas de edad avanzada y compartir momentos únicos en familia.

Para mejorar su calidad de vida, no debemos dejarles solas y que se sientan tristes, inútiles o aburridas.
Sin más, estos son algunos consejos para que las personas recién jubiladas puedan disfrutar plenamente de su tiempo libre y vivir su etapa con ilusión y felicidad:

  • Seguir una dieta saludable y mantenerse activo para procurar un envejecimiento saludable y feliz.
  • Actividad física regular.
  • Avivar las relaciones sociales con personas de su misma edad.
  • Fomentar la estimulación cognitiva a través de programas de estimulación para evitar el deterioro del lenguaje, la concentración, el razonamiento o la memoria.
  • Mantener un contacto con la naturaleza a través de paseos o mismamente mediante el cuidado de un jardín.
  • Controlar la ingesta de medicamentos, siempre y cuando sea necesario.
  • Establecer hábitos de sueño recomendables.
  • Ocupar el día a día con actividades gratificantes que aporten.

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Combatir la soledad a través de la compañía

Es repetir un poco lo mismo, pero la compañía es sumamente importante a partir de cierta edad. Los mayores deben sentirse valorados y queridos, algo que en definitiva no es tan difícil de conseguir. Además, las personas mayores han vivido muchos años y su sabiduría y experiencia nos puede resultar de gran ayuda. Basta con estar dispuestos a escuchar sus historias de vida y ellas se sentirán queridas y útiles.


A medida que nos hacemos mayores, todos necesitamos rodearnos de personas que nos quieren y nos hacen sentirnos bien con nosotros mismos y con el resto de la sociedad. Sentirse amado y apreciado aumenta el nivel de serotonina en el cuerpo, potenciando la felicidad e invirtiendo los efectos dañinos de la soledad.


La persona mayor debe olvidarse de los miedos y las desdichas, y tener compañía reforzará su autoestima y sus ganas de vivir. Al contar con alguien con el que poder hablar, pasear o jugar a las cartas, obtendrán la motivación necesaria para levantarse cada día y hacer que el día a día valga realmente la pena.


De hecho, se ha podido demostrar a través de diversos estudios que las personas mayores que cuentan con la compañía de personas importantes en sus vidas viven más años.

Evitar la soledad a través de los cuidadores

El ajetreo continuo de nuestro día a día nos impide cuidar de nosotros mismos como deberíamos, no digamos ya de las personas mayores. El cuidado de ancianos a través de cuidadores experimentados a domicilio es una solución muy efectiva para cubrir el tiempo que no podemos dedicar personalmente a su atención.


Hoy día existen agencias de selección que proporcionan servicios eficientes en el cuidado de personas de edad avanzada para promover su autonomía, garantizar su seguridad y mejorar su calidad de vida tanto como sea posible.
Los cuidadores que están en plantilla suelen pasar por un filtro riguroso para que las familias estén tranquilas. Estas personas experimentadas están preparadas para atender todas las necesidades de estas personas, incluso cuando la movilidad es reducida, algo que requiere más atención.


Conversar, proponer actividades que beneficien su salud, pasear, ayudarles en las tareas del hogar o hacerles recados, son algunas de las ventajas que obtendrán las personas mayores. Además, al tener la compañía diaria que necesitan, su esperanza de vida se alarga.

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